Capitulo 1

(Antes de nada,lee el Capítulo 0,en la sección de capítulos:D )


Me despiertan los gritos de mis hermanos pequeños.''Sel,Sel,Sel''.Saltan sobre mi cama y me quitan las sábanas de encima.No quiero despertarme,hoy no.

Y es que hoy es el día de la cosecha en el distrito 5.

Finalmente llega mi madre,recogiéndose el pelo e insistiendo en que me levante.Me dice que me ha dejado preparado un vestido de mi hermana mayor,y que no tarde en bajar.Me he vuelto a quedar dormida y faltan apenas dos horas para la elección del tributo.

Tributo...El simple hecho de pensar en esa palabra hace que sienta un escalofrío por la espalda.Este es mi quinto año de cosecha,y el último para mi hermano Javier,y todos los años es lo mismo.Lágrimas en el momento que sacan el papel,y el estallido cuando el nombre elegido no es el nuestro.Y así una y otra vez. Y este año,lo mismo.Iremos,nombrarán a dos pobres niños sin suerte,y nos iremos.Pero no puedo evitar tener esa sensación de vacío,ese temor interno a que esa papeleta sea la mía o la de mi hermano.Este año,ambos hemos pedido varias teselas,y nuestro número de papeletas en la urna se ha multiplicado,y veo a mis hermanos pequeños con el mismo destino.Mantener a cuatro hijos no es nada fácil para una sola persona,y menos si esta está enfermando constantemente.Podría decirse que Javier y yo somos los cabeza de familia,pero el año que viene los cinco dependeremos solo de mí y de mis teselas,hasta que Javier comience a trabajar en las fábricas.

Saco los pies de la cama y toco el suelo frío.Me froto los ojos y enfoco bien la habitación.El sol se cuela por el ventanuco del techo,y el sonido de los pájaros canta una suave melodía mañanera.Arrastro los pies hasta el armario y veo el vestido de mi hermana Sara.
Sara...esa horrible sensación de vacío.Recordarla se me hace cada vez más doloroso.Ese golpe en la puerta,y al abrirla,un agente de la paz diciéndonos que mi hermana había muerto.Yo tan solo tenía diez años,pero lo recuerdo como si hubiese sido ayer.Recuerdo la cara hundida de mi madre,y el puñetazo de mi hermano contra la pared.Aunque nunca tuve mucho trato con ella,era mi hermana,y noto su falta.

Me pongo el vestido,de un amarillo claro con flores estampadas en la cintura,y me recojo mi pelo negro azabache en una coleta alta.Me miro en el espejo,y por un momento,veo la mujer en la que me estoy convirtiendo.Llevo tanto tiempo pensando tanto en mi familia que no me he parado a pensar en lo que ya soy.Ya no soy esa niña inocente que lloraba porque no quería ir a la cosecha.Ahora,soy una adolescente de 16 años,dispuesta a luchar si hace falta por la supervivencia de mis hermanos.

Bajo a la cocina,y mi madre tiene que contenerse las lágrimas al recordarle a Sara.La abrazo,le digo que no tiene porqué llorar y me siento en la mesa,donde un vaso de leche fría me espera.Los gemelos ya están vestidos,ambos con una camisa blanca y unos pantalones grises,y Javier está abrochándose su camisa azulada.Odio este día,las emociones están a flor de piel,y cualquier comentario fuera de lugar hace que mi hermano grite.Estamos a punto de marcharnos,cuando llaman a la puerta.Mi madre acude a ella,y al abrirla encuentra a un agente de la paz.
Mi padre.

Llevo meses sin verle,y verle hoy,vestido de blanco,con su traje de agente de la paz y su casco,me hace sentir extraña.Y a la vez,llena de odio.Nos deja a nuestra suerte,y aparece solo cuando hay algún acontecimiento importante.Pero en este momento,solo quiero pensar en que mi nombre no salga este año en la cosecha.