Beyond Fire~

Monday, September 10, 2012

Capitulo 17

Mi corazón se detiene por un instante y florecen las ganas de desconectar a Ulrich de ese trance en el que le ha sumido la morflina.Pero no,está en uso de todas sus capacidades mentales y lo que dice va en serio.Antes de que pueda replicarle,continúa.
-Mientras todos estén aturdidos,tú podrás correr hacia la cornucopia y tener ventaja sobre los demás.Puede que incluso puedas matar a alguien,pero debes ser muy rápida y no detenerte cuando estalle...
Los ojos se me llenan de lágrimas.Ulrich va a hacer estallar las minas para que yo pueda ganar,o al menos tener alguna posibilidad.Levanta con cuidado la mano y me la pasa por la mejilla.
-Se lo prometí a William-sonríe.No puedo evitar sonreír yo también-Le prometí que te mandaría de vuelta,y yo siempre cumplo mis promesas-dice bajando poco a poco la voz,hasta que se queda dormido.Suspiro y le retiro de nuevo el pelo de la frente.Agarro su mano con fuerza y la acaricio con los pulgares.
-Gracias-murmuro por lo bajo,y miro el reloj.Ya he perdido casi dos horas de entrenamiento,así que me apresuro a quitarme el vestido blanco de enfermería y me pongo mi traje de entrenamiento.

Mientras corro por el pasillo recogiéndome de nuevo el pelo en una coleta alta,me cruzo con un grupo de varios vigilantes que me miran a mi paso,hasta que me detengo a varios metros cuando escucho a Snow hablar con ellos.Me obligo a seguir,así que sacudo la cabeza y me dispongo a irme,pero me llaman antes de que pueda emprender la marcha.
-¿Cómo se encuentra,señorita Black?-me dice Snow.Le miro con confusión y odio y me giro hacia él.
-Muy bien señor presidente,gracias por su interés-digo con demasiada ironía intentando evitar una larga conversación ya que no quiero perder más entrenamiento,pero parece que puede leerme la mente porque me retiene donde estoy.
-Parece muy empeñada en ganar,por lo que me cuentan los vigilantes-dice mientras da varios pasos y se coloca a un metro de mí.Asiento con la cabeza.
-No lo parezco,lo estoy-digo seria mirándole a los ojos.Él se rie de medio lado y hace un gesto al grupo,que se marcha dejándonos solos en el pasillo.
-Esta mañana he hablado con su padre,quiere a su hija fuera de los Juegos a toda costa-dice con una sonrisa de medio lado.Odio esa sonrisa.
-Es lógico,el Capitolio ya le arrebató a una de ellas-respondo.Snow borra la sonrisa y me mira serio-Sé que usted lo sabe,mi avox-digo haciéndole recordar.Entonces esa odiosa sonrisa vuelve a su cara.Pienso entonces en una locura,pero Snow no sería capaz de negarla.Le gusta demasiado divertirse con sus Juegos-Quiero proponerle un trato.Si gano los Juegos,ella vuelve conmigo-digo seria.Estamos un rato en silencio hasta que suspira.
-Trato hecho-me extiende una mano-Si gana-repite.
-Ganaré-digo decidida,aceptando la mano.

-¿Mejor?-me dice Jake nada más verme.Asiento con la cabeza mientras camino con él hacia el puesto de las espadas-El médico dijo que tuviste una bajada de tensión,menudo susto me diste-me dice con una sonrisa pasándome un arma y cogiendo una.El entrenador nos da la señal y Jake me enseña lo que ha aprendido en esas dos horas que he estado ausente.Tiene un buen manejo de la espada,ya que en cuestión de segundos estoy desarmada.El entrenador le da la enhorabuena y nos separa,enseñándome a cámara lenta los movimientos.
Debe ser que aún tengo poca fuerza,ya que la espada me pesa bastante,y necesito soltarla de vez en cuando,pero no me doy por vencida.Hago además de todas mis energías y ataco a Jake,pero me lleva ventaja y me desarma con total facilidad.Sonríe cuando me inmoviliza y me atrapa en sus brazos,mientras se acerca a mi oído.
-Tú al arco y yo a la espada,¿Vale?-rie.Echo la cabeza hacia atrás y río mientras me libera.Aprovecho ese.momento para atacarle y tirarle al suelo,sentándome en su pecho.
-Vale-sonío.

Los vigilantes nos hechan miradas divertidas y me apresuro a levantarme mientras les miro de reojo.No se cortan un pelo con esas miradas pícaras ni aunque les mire fijamente,así que dejamos una distancia considerable entre nosotros y entrenamos las espadas por separado.El entrenador me enseña a atacar firme con ella,a defenderme con movimientos rápidos y cambiar de posición en momentos decisivos,pero el arma se me resiste y no consigo cogerle el truco.Cuando tres tributos más se acercan al puesto,dejo la espada tímidamente sobre su red y me acerco al de los cuchillos,donde Rosse hace alarde de sus habilidades de profesional.Cuando me acerco a la red,gira la cabeza hacia mí,me mira seria y sigue a lo suyo. Cojo el primer cuchillo y lo lanzo al maniquí intentando apuntar a la cabeza,pero la puntería me está fallando y alcanza el cuello,aunque no me desagrada el resultado. Rosse lanza uno de sus cuchillos a mi maniquí y le da en el centro de la cabeza,y sonríe de medio lado. -Deja esto a los profesionales,preciosa-escucho a mis espaldas.Drake me quita el cuchillo de la mano y lo lanza con brutalidad al muñeco,clavándolo hasta la empuñadura en el corazón.Algunos vigilantes se levantan y aplauden sus habilidades,y yo siento el mayor ridículo posible. Agacho la cabeza y me alejo unos pasos del puesto. Tal vez Drake tenga razón,tal vez deba dejar eso para los profesionales. Me acerco al puesto de supervivencia donde una entrenadora enseña a la chica del ocho a hacer fuego y me acoplo en la clase,cogiendo dos palos y frotándolos entre sí.Cuando llevo un rato frotando sin resultado,la mujer sonríe y me los pide. Los coloca con inclinación sobre las hojas secas y unas piedras y no tarda nada en encender un considerable fuego. -Se lo dejé preparado-rio a la tributo del ocho,que levanta una ceja convencida.A ella se le da bastante bien,y apenas le cuesta,pero a mi me lleva casi una hora encender una llama que tarda dos segundos en apagarse.Cuando me quiero dar cuenta,queda una media hora para la cena,así que dejo el fuego y voy a uno que me llama la atención. Varias cuerdas entrelazadas entre sí forman un circuito de escalada seguido de barras de las que sobresalen otras más pequeñas para colgarse. El circuito de resistencia. No hay nadie,así que me tomo unos minutos examinando los movimientos de la cuerda cuando el monitor me hace una demostración:Esta se gira dependiendo del pie que uses,pero puede contrarrestarse echando el peso del cuerpo al lado contrario sumado a un poco de equilibrio. Cuando me da pista libre,me coloco en el centro de la red y coloco el pie derecho sobre esta.La cuerda se gira ligeramente hacia ese lado y poco a poco voy colocando el peso de mi cuerpo a la izquierda.Parece funcionar,pero debo de tener cuidado porque si me paso demasiado caería.Camino lentamente sobre la red prestando atención al peso y al juego de pies,algo que parece agradar al entrenador.Unos minutos después llego a la barra.Me seco el sudor de las manos en el traje,me aprieto la coleta sobre mi cabeza y me dejo caer sobre esta,agarrando con fuerza el primer saliente.El metal esta frío y resbaladizo,así que echo el peso hacia delante y me agarro a la segunda pica.Así hasta la quinta,cuando mis manos ya empiezan a sudar de nuevo y a resbalarse. Entonces recuerdo algo que Sussane solía hacer.Ella se enganchaba boca abajo del cuello de William cuando tenían sus peleas,encajando las piernas tras su cuello.Intento hacer lo mismo y balanceándome engancho una pierna en la barra principal.Con la sangre bombeando en mi cabeza empiezo a moverme agarrándome a las picas,impulsándome con los brazos cuando tengo que abrirme paso tras ellas.Me cuesta demasiado y en poco tiempo me canso,pero apenas me quedan tres picas y decido terminar de una manera magistral. Con cuidado,voy girando mi cuerpo hasta que me quedo sentada sobre la barra.Varios tributos y vigilantes han dejado de hacer sus cosas y están pendientes de la chica del cinco y el circuito imposible,tal vez esperando que caiga,pero no pieso darles esa satisfacción.Coloco los pies sobre las picas y me levanto,intentando no caer.Lo he hecho varias veces en mi distrito cuando cruzo el rio para llegar a la escuela,y no me resultará difícil.Coloco el pie derecho sobre la pica siguiente,sin perder la concentración.El izquierdo en la penúltima y el derecho en la final,saltando sobre la tarima pasada la barra y haciendo sonar la campana que hay arriba. -Eres la única que se pasa el circuito a la primera,enhorabuena-sonríe el entrenador. -Gracias-le devuelvo el afecto,y me deslizo por la colchoneta hasta el suelo.Alissa corre hacia mí y me felicita. -Parecias una profesional ahí arriba-me dice con una gran sonrisa.Sonrío y me vuelvo a colocar la coleta cuando el gong suena. Se abre la puerta y me encuentro a Friday dando los últimos retoques a mi vestido. -No hace falta que lo cambies,está prefecto tal y como está-digo bajándome la cremallera de mi espalda y dejando que el frescor de la sala golpee en ella. -Quiero que mañana estés perfecta en la entrevista-dice con cuidado colocando varios alfileres. La entrevista...es mañana. Lo que significa que pasado mañana puede que esté muerta. -¿Has visto a Effie?Aún no me ha devuelto el anillo-le digo sentándome en el sofá.Él niega con la cabeza y continúa su trabajo.Parece muy concentrado,así que me arrastro con pereza hasta mi cuarto.Me quito el traje y me pongo una camisa rosa y un pantalón gris,y me dejo caer en la cama hundiendo la cara en las sábanas.Intento desconectar un momento y cierro los ojos,dejando que el silencio de la habitación me llene.Sin quererlo,me quedo dormida. Cuando abro los ojos,las luces están apagadas.Ellery duerme a pierna suelta y Friday se ha quedado dormido en el sofá con mi vestido encima.Sonrío y lo coloco con cuidado en su maniquí,dejando que se acurruque entre los cojines.Me pregunto qué hora debe ser,así que miro su reloj y veo que me he saltado la cena más que de sobra.Son casi las tres y todos en el edificio duerme menos yo. Menos ojos que me observan. Corro descalza hasta el ascensor y pulso el doce,con la esperanza de que Alissa esté despierta y necesite alguien con quien hablar. Cuando llego,el ambiente está cargado de un aroma a alcohol que tira de espaldas.Haymitch,el mentor,se ha quedado dormido en el sofá con la televisión puesta.Camino de puntillas hacia una de las habitaciones y llego a la de Alexander,que mira por la ventana. -Haré como si no haya visto nada.Siguiendo el pasillo a la derecha-dice sin mirarme.Debe de haberme visto reflejada en el cristal porque lo mira fijamente.Asiento y camino hacia donde me ha dicho,y encuentro a Alissa dormida.Está enroscada entre las sábanas y el pelo rubio le tapa la cara,así que se lo aparto lentamente,pero siente el contacto en sus mejillas y se despierta. -¿Qué haces aquí?-me murmura en voz baja mientras se frota los ojos.Ahora su voz es más infantil.Sonrío y le acaricio la frente. -Vine a darte las buenas noches-sonrio.Ella me devuelve la sonrisa y salta de la cama.El pijama amarillo le va dos tallas grandes por lo menos,y arrastra la tela por el suelo a modo de zapatilla.Se asoma a la ventana y me señala las obras que colocan el escenario de las entrevistas. -Voy a conocer a Caesar Flickerman-sonríe baja-Mi estilista me va a poner un vestido del color de su peluca-dice de medio lado.Yo no puedo evitar reirme tapándome la boca para que no me oigan-¿El tuyo como és? -Blanco con mucha purpurina-digo agarrándola por detrás y sentándola sobre mí en el alfeizar de la ventana-¿Nerviosa? -Un poco.Nunca he hablado en público-dice apretándose contra mis brazos.No me ha entendido la pregunta,pero prefiero que sea así.La mente de Alissa se ha visto desorientada por los Juegos,pero ella solo quiere ver lo bueno:Las entrevistas,los vestidos,los grandes banquetes.No como yo,que solo veo sangre y violencia.Aunque,al fin de al cabo,ambos son la esencia de los Juegos del Hambre-¿Y tú? -También. Ambas nos quedamos en silencio,conmigo abrazándola por detras,las dos perdiendo la mirada en el Capitolio.Aunque ya lo dije desde que la ví,lo sigo manteniendo.Voy a protegerla con mi vida si hace falta.Casi recuerdo su cosecha como si fuese la mía.Esos ojos llorosos que perfectamente captaron las cámaras cuando su nombre fue gritado al aire.El derrumbamiento de sus padres.Casi como la mia,solo que cambian las personas.No fui yo quien lloré cuando me llamaron,fue William.Y en mi familia,el único en mantenerse firme fue mi padre. Espero que me dé una buena explicación si vuelvo a casa. Aunque,la verdad,nunca hemos tenido buena relación. Él es un agente de la paz,yo una niña rebelde y consentida;y esas son cosas que no combinan demasiado bien.Pero aun así,debo de admitir que es único mi padre,y que mi obligación es respetarle y darle el cariño que yo he rechazado. Mis ojos se llenan de lágrimas al comprender lo mala hija que soy. Nunca le he dedicado un solo minuto.Nunca le he preguntado qué tal le había ido el día,o si necesitaba algo cuando llegaba exhausto a casa.Siempre le he ignorado cuando ha querido interesarse por mis inquietudes o problemas.Siempre le he apartado de mi vida como si fuese basura. Nunca le he dicho "Te quiero,papá". Prometo que si vuelvo,cambiaré todo eso.Le pediré a mi madre que me deje ir con él algunos días al distrito dos,algo que siempre le he negado sin consultarlo.Le preguntaré y me interesaré él,le diré que le quiero y que le necesito en mi vida. Prometo cambiar si vuelvo a casa. Lo juro.

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